El hotel Portobelo emitió un comunicado en el que aseguró haber contratado a la empresa Livingston & Company E.U. para el procedimiento, pero denunció que esta utilizó “una sustancia sin nuestra autorización, en flagrante violación de los protocolos establecidos”. Según el hotel, la fumigadora inicialmente reportó el uso de otros productos, lo que evidencia contradicciones en su actuación. El abogado de las víctimas, Juan Manuel Castellanos, afirmó que existen suficientes elementos probatorios para imputar cargos por homicidio culposo agravado y que la responsabilidad no recae únicamente en la empresa fumigadora, sino que involucra también al hotel y posiblemente a otras autoridades por falta de controles adecuados.

El caso ha generado conmoción nacional y un debate sobre la seguridad y los protocolos sanitarios en establecimientos turísticos.