El menor, identificado como Antony C., encontró el recipiente y, confundiéndolo con una bebida, bebió el líquido tóxico. Según versiones de la comunidad, el envase, que contenía un pesticida conocido como "gramoson", fue dejado en el suelo por un hombre frente a una tienda donde el niño jugaba. Tras la ingesta, fue trasladado de urgencia a la Clínica Panamericana en Apartadó y posteriormente remitido a un centro médico de mayor complejidad en Medellín, donde, a pesar de los esfuerzos médicos, falleció el 27 de agosto. Marla Indira Fadul, secretaria de Gobierno de Turbo, hizo un llamado vehemente a la comunidad, especialmente a quienes trabajan en labores agrícolas, para que extremen las precauciones. La funcionaria alertó sobre la práctica común y de alto riesgo de reenvasar pesticidas y otros productos tóxicos en recipientes de uso cotidiano. “Debemos mantener estos productos fuera del alcance de los menores, en sus envases originales y con etiquetas visibles”, señaló Fadul. Las autoridades recomendaron almacenar estas sustancias en lugares altos, seguros y bajo llave, además de educar a los niños sobre los peligros que representan.