Tras el crimen, el presunto agresor se entregó voluntariamente a la Policía Nacional junto con el arma de fuego, alegando que actuó “en defensa propia”. El alcalde de Rionegro, Jorge Rivas, y el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, lamentaron y rechazaron el homicidio, calificándolo como un hecho doloroso que evidencia los frágiles niveles de convivencia.

En respuesta a la tragedia, la comunidad del sector organizó una velatón en honor a Rendón, encendiendo velas y llevando mensajes de solidaridad a su familia.