Según testigos, al resistirse al hurto, uno de los asaltantes lo agredió con un destornillador, causándole una herida letal en el pecho que le perforó el corazón.
Aunque fue auxiliado y trasladado a una clínica, ingresó sin signos vitales.
El mayor (r) Néstor Rodríguez, director de la Defensa Civil en el Atlántico, calificó el hecho como “un vil asesinato” y expresó su consternación: “Le quitaron la vida por 40.000 pesos, que no es nada… No es justo que una persona tan buena pierda la vida de esa manera”. La víctima era reconocida en su comunidad por su experiencia en atención prehospitalaria, rescate y prevención de desastres, y recientemente había colaborado en la entrega de agua potable en su sector. El crimen ha avivado las críticas de los residentes sobre el aumento de la inseguridad y la escasa presencia policial en la zona. Las autoridades se encuentran revisando cámaras de seguridad para identificar a los responsables.