Al llegar al lugar indicado, fue interceptado por al menos cinco delincuentes armados junto a un colega que logró escapar.
Los captores exigieron a la familia un pago de 50 millones de pesos por su liberación, suma que no pudo ser reunida.
Horas después, el cuerpo del veterinario fue encontrado en la vereda Las Ánimas con signos de asfixia mecánica. El alcalde de Santa Rosa de Osos, Luis Bernardo Molina, lamentó el hecho y afirmó que el profesional fue asesinado “porque no quiso pagar una cuota que le estaban exigiendo”. En respuesta al crimen, el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, ofreció una recompensa de hasta 50 millones de pesos por información que permita la captura de los responsables. Este caso se convierte en el primero del año en Antioquia donde la modalidad de 'falso servicio' termina con la muerte de la víctima, evidenciando el alto riesgo que enfrentan profesionales que prestan servicios a domicilio en zonas rurales.