Sus establecimientos se caracterizaron por sus diseños excéntricos y atrevidos, que rompieron con los esquemas tradicionales.

Entre sus creaciones más famosas se encuentran habitaciones con temáticas espaciales, del Lejano Oeste o del Polo Norte, así como la imponente réplica de la Venus de Milo de 17 metros que adorna la azotea del motel Kiss Me.

En vida, el empresario explicó que su objetivo no era solo ofrecer un lugar para la intimidad, sino crear “templos para el amor” donde el arte, el erotismo y la imaginación se fusionaran.

A pesar de gozar de buena salud, su muerte fue repentina, dejando una huella imborrable en la cultura popular caleña. Más allá de su faceta como empresario, ‘Condorito’ fue reconocido por su creatividad, su humor y su compromiso social con un sector de la comunidad.

Sus honras fúnebres se realizaron en el Cementerio Jardines del Recuerdo, donde familiares y amigos le rindieron un último homenaje a quien transformó la manera de entender el entretenimiento nocturno en la capital vallecaucana.