Su pareja sentimental, Óscar Santiago Gómez Leal, fue capturado y enviado a prisión como principal sospechoso del crimen.
Inicialmente, Gómez Leal sostuvo que Blanco se había lanzado voluntariamente por la ventana del apartamento donde convivían, en el barrio Salitre. Sin embargo, la familia de la víctima rechazó esta versión desde el principio, denunciando un historial de violencia en la relación. La investigación de la Fiscalía General de la Nación corroboró estas sospechas. El informe de necropsia del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses reveló que la periodista “sufrió asfixia y otras lesiones físicas previas a la caída”. Según el fiscal del caso, Gómez Leal habría atacado a Blanco, “presionándole el cuello y en medio del estado de inconsciencia en el que la dejó, al parecer, la arrojó por la ventana”. Durante la audiencia de imputación de cargos por feminicidio agravado, se reveló que la víctima fue sometida a un ciclo de violencia verbal, física y de género, donde su pareja la llamaba “prostituta” y la celaba constantemente. A pesar de que el acusado no aceptó los cargos, un juez de control de garantías impuso medida de aseguramiento en centro carcelario, considerándolo un peligro para la sociedad. El juez también reprochó la actitud del imputado, quien habría intentado “simular un desmayo” durante la audiencia como una “táctica distractora”.