Aunque la relación había terminado, Diana le permitió el ingreso y lo acompañó a las afueras del conjunto residencial. Testigos relataron que ambos caminaron hasta una cancha del sector, momento en el cual el hombre la atacó directamente en el cuello.
Tras la agresión, Diana intentó levantarse y pedir ayuda, siendo auxiliada por vecinos y familiares que la trasladaron a la clínica de Girón. A pesar de ingresar con signos vitales, falleció minutos después debido a la gravedad de la herida. El hijo de la víctima, Edison Alexander Muñoz Sánchez, declaró que su madre le había confesado días antes que su expareja la hostigaba y la había amenazado, aunque nunca pensó que las advertencias se materializarían. La comunidad expresó su indignación, señalando que, a pesar de que Diana había advertido sobre el riesgo, no se activaron mecanismos de protección eficaces. Organizaciones de mujeres en Santander pidieron reforzar las rutas de atención para víctimas de violencia de género, afirmando que este caso evidencia una falla estructural.
La Fiscalía General de la Nación asumió la investigación por feminicidio y adelanta la búsqueda del responsable, quien huyó del lugar tras cometer el crimen.