El Ministerio de Defensa reiteró que se mantiene una recompensa de hasta 200 millones de pesos por información que conduzca a la captura de los autores. Este atentado se suma a otro hecho violento ocurrido horas antes en el peaje de Pamplonita, donde un patrullero resultó herido tras un ataque con fusil, lo que refleja la escalada de violencia contra la Fuerza Pública en Norte de Santander, zona con fuerte presencia de grupos armados como el ELN y disidencias de las FARC.
Asesinado subintendente de la Policía por francotirador en El Tarra, Norte de Santander
Un ataque perpetrado por un francotirador en el casco urbano de El Tarra, Norte de Santander, cobró la vida del subintendente de la Policía Nacional Jefferson Andrés Ortiz Ocampo, de 32 años. El hecho, ocurrido en la mañana del martes 19 de agosto, enluta a la institución y evidencia la crítica situación de orden público en la región del Catatumbo. El subintendente Ortiz Ocampo se encontraba realizando labores de patrullaje y protección a la comunidad junto a sus compañeros cuando fue impactado por un disparo de largo alcance proveniente de la parte alta del municipio. A pesar de ser trasladado de manera inmediata a un centro de salud cercano, falleció debido a la gravedad de la herida. El mayor general Carlos Triana, director de la Policía, rechazó el ataque y expresó su solidaridad con la familia del uniformado, a quien calificó como un “héroe de la patria”. Las autoridades, en coordinación con el Ejército Nacional, desplegaron un operativo para localizar a los responsables del crimen.



Artículos
5Sociedad
Ver más
Las autoridades sorprendieron a los sospechosos en flagrancia, incautando armas y munición durante el operativo.

La Procuraduría Regional, asegura procedimiento de la población privada de la libertad. La entrada Garantizan Derechos en traslado se publicó primero en EXTRA | El Diario de Todos.

La entrada UNICEF pide medidas urgentes para proteger a los niños del reclutamiento | Noticias UNO se publicó primero en Noticias Uno.

Hasta ahora, 16 niños muertos, ¿vendrán más? egutierrez Dom, 23/11/2025 - 08:43 Rodrigo López Oviedo Dom, 23/11/2025 - 08:43 Estos hechos son aún más deplorables por haber sido ordenados por el presidente Petro, a quien vimos censurar hechos similares cuando fungía como congresista. PUBLICIDAD Como si hubiera sido poca la preocupación que nos produjo el bombardeo ocurrido en el Guaviare, que dejó a 7 madres llorando la muerte de sus adolescentes hijos, hemos sabido después, por boca de la subdirectora de la fundación Pares, que ya antes, entre agosto y este luctuoso día, se habían producido tres bombardeos más con otros seis menores muertos, a los cuales habría que agregar los que pudieron caer en otras doce operaciones similares realizadas en este 2025.Estos hechos son aún más deplorables por haber sido ordenados por el presidente Petro, a quien vimos censurar hechos similares cuando fungía como congresista. No puede ser que ahora, gracias a un enroque presidencial, este tipo de hechos se hayan vuelto aceptables y que Petro los justifique con argumentos traídos de los cabellos, como el de que las víctimas de reclutamiento forzado son también “objetivos militares legítimos” y que como tal hay que tratarlos.Refiriéndose a este último bombardeo, dice el señor presidente que fue la respuesta a una emboscada en la que estaban en riesgo inminente de caer 20 soldados. Esta es una justificación difícil de creer, ya que por informaciones anteriores sabíamos que lo bombardeado había sido un campamento, y desde un campamento es muy difícil emboscar a nadie. Adicionalmente, tampoco es creíble que la emboscada fuera inminente, ya que entre la orden de bombardear y el bombardeo mismo transcurrieron tres días.Pues no, señor presidente, antes que bombas lo que requieren estos menores es que, a cambio de revictimizarlos a costa de su propia vida, se les reconozca como titulares del derecho a protección especial, lo cual obliga a que cualquier operativo militar que pueda afectarlos se preceda de un caudal suficiente de precauciones que eviten desenlaces como los que hoy lamentamos. La única razón que podría explicar su cambio de actitud, de supeditar la condición de víctimas del conflicto de estos menores a la de “objetivos militares legítimos”, es que esté cediendo a la exigencia de resultados militares que demanda la derecha.Señalemos finalmente una nueva preocupación, y es la de que, también por orden presidencial, los bombardeos continuarán, y esto nos coloca ante una disyuntiva: irnos acostumbrando pasivamente a ser testigos de que se sigan ejecutando, o rechazarlos desde las calles, ahora sin la venia presidencial e, incluso, contra su voluntad. La respuesta no puede ser otra que la de evitar convertimos en cómplices, como lo fuimos al permitir que 16 billones de pesos, que podrían servir para atender necesidades apremiantes, se hubieran destinado a la compra de aviones de guerra. Y guerra no es lo que necesitamos. Necesitamos paz.





