El asesinato de José Erlery Velasco, reconocido líder campesino y excandidato a la Alcaldía de Balboa, Cauca, ha generado una enérgica condena por parte de organizaciones sociales y políticas. El crimen subraya la persistente violencia contra los defensores de derechos humanos en una de las regiones más conflictivas del país. Velasco fue acribillado el lunes 18 de agosto en su finca, ubicada en la vereda La Esperanza, mientras realizaba labores de campo. Hombres armados llegaron al lugar y le dispararon, causándole la muerte de manera inmediata. Su trayectoria como líder social era ampliamente reconocida; fue integrante de la Asociación Campesina de Balboa (Ascatbal), de la Coordinadora de Cultivadores de Coca, Marihuana y Amapola (COCCAM) y de la organización Unidad Sur del Cauca. Desde estas plataformas, defendió activamente los derechos de las comunidades rurales y la protección del río Patía frente a la minería ilegal, causa por la cual había denunciado amenazas desde 2022.
Recientemente, fue vocero en el paro del peaje de El Bordo, demostrando su compromiso con las movilizaciones sociales. El representante a la Cámara por el Cauca, Jorge Bastidas, calificó el crimen como un “golpe infame y criminal” y exigió a la Fiscalía una investigación célere. Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), con este homicidio ya son 102 los líderes sociales asesinados en Colombia durante 2025. La Defensoría del Pueblo había emitido alertas tempranas (AT 047/20 y AT 019/23) sobre el riesgo en Balboa, donde operan el Frente Carlos Patiño, la Segunda Marquetalia y bandas locales.
En resumenEl homicidio del líder campesino José Erlery Velasco en Balboa, Cauca, evidencia la grave situación de riesgo que enfrentan los defensores de derechos humanos en la región. Su muerte, atribuida a su activismo contra la minería ilegal, se suma a una alarmante cifra de líderes asesinados en el país, a pesar de las alertas previas de la Defensoría del Pueblo sobre la presencia de múltiples grupos armados en la zona.