La muerte de Indira, una emblemática tigresa de Bengala blanca de 21 años, en el Zoológico de Cali ha generado una profunda conmoción nacional. El suceso, ocurrido tras un enfrentamiento con su propio hijo, ha reabierto el debate sobre las condiciones de los animales en cautiverio y la gestión de la fauna silvestre en el país. El 16 de agosto, Indira fue atacada por su hijo Kanú, un macho de 13 años con quien compartía hábitat desde hacía más de una década, en lo que se describió como una disputa territorial. El personal del zoológico activó de inmediato el protocolo de emergencia "código 99 violeta", logrando separar a los felinos. Aunque las heridas iniciales en el dorso de Indira no comprometieron órganos vitales, su avanzada edad y el estrés del ataque agravaron su estado.
La veterinaria Juliana Peña detalló que Indira era un ejemplar geriátrico y que, a pesar de los esfuerzos médicos, sufrió un paro cardiorrespiratorio irreversible. La necropsia preliminar confirmó que padecía una insuficiencia renal aguda, condición que se habría exacerbado por el shock y la pérdida de sangre. El Zoológico de Cali expresó su profundo pesar, declarando que "la vida y la muerte hacen parte del mismo camino" y que el recuerdo de Indira, quien vivió más de 15 años en la institución, perdurará. El incidente ha provocado una fuerte reacción pública, incluyendo la de la senadora Esmeralda Hernández, quien cuestionó el cautiverio de especies no nativas. En su cuenta de X, afirmó: “Animales tan majestuosos no deben ser condenados a una cárcel de por vida. Necesitan su hábitat, no un encierro con fines de entretenimiento”. El caso subraya los complejos desafíos del manejo de grandes felinos en cautiverio y la responsabilidad de garantizar su bienestar.
En resumenLa muerte de la tigresa Indira en el Zoológico de Cali, como resultado de un ataque de su hijo Kanú y complicaciones de salud preexistentes, ha provocado un amplio debate público. El incidente subraya los desafíos del manejo de grandes felinos en cautiverio y ha generado llamados a reconsiderar las políticas de conservación y el bienestar animal en los zoológicos del país.