La propuesta de reforma tributaria contempla una reestructuración del impuesto de renta para personas naturales, con el objetivo de hacerlo más progresivo. Los cambios incluyen un aumento en la tarifa máxima para los ingresos más altos y la eliminación de algunas deducciones, medidas que han sido criticadas por su potencial impacto en la clase media y la competitividad. El proyecto de ley plantea una estructura más progresiva a partir de 2027, con una tarifa máxima que se elevaría hasta el 41 % para los contribuyentes con los ingresos más altos.
Esta medida busca que quienes tienen mayor capacidad económica aporten en mayor proporción.
Sin embargo, la iniciativa también contempla la eliminación de deducciones que actualmente benefician a la clase media, como la deducción por dependientes. Según la representante Katherine Miranda, una de las principales opositoras a la reforma, esto equivaldría a gravar la inflación y golpearía las finanzas familiares. La legisladora argumenta que la iniciativa deterioraría la competitividad y frenaría el crecimiento, en un país que ya tiene una elevada presión fiscal. En la versión ajustada de la reforma, el Gobierno redujo drásticamente su expectativa de recaudo por este concepto, pasando de una meta de $923.000 millones a solo $215.000 millones, lo que refleja el alto costo político y la sensibilidad de modificar la tributación de las personas.
En resumenLos ajustes propuestos al impuesto de renta para personas naturales buscan alinear el sistema tributario colombiano con principios de mayor equidad. No obstante, la propuesta enfrenta una fuerte resistencia por el temor a que las nuevas cargas afecten desproporcionadamente a la clase media y a los profesionales, en lugar de concentrarse únicamente en las rentas más altas.