Estas iniciativas, vistas por algunos como un “plan B”, reflejan la fragmentación política y la búsqueda de consensos para atender la crisis fiscal del país. Una de las propuestas que avanza de manera independiente es una “mini reforma tributaria”, aprobada en primer debate en la Comisión Tercera de la Cámara. Este proyecto busca recaudar alrededor de $6 billones a través de gravámenes al consumo de cigarrillos y vapeadores, una modificación a la tarifa de impuesto para servicios digitales de empresas extranjeras (que pasaría de 3% a 4.5%), y un IVA progresivo a importaciones de bajo valor de países sin TLC con Colombia. Aunque el representante Jorge Bastidas, del Pacto Histórico, rechazó que fuera un “plan B” a la reforma principal, su avance evidencia la disposición de algunos sectores del Congreso a legislar en materia tributaria por fuera de la iniciativa del Ejecutivo. Paralelamente, se discute un proyecto de ley de reactivación económica (Proyecto de Ley 031 de 2025), que según la representante Olga Lucía Velásquez, podría generar entre $16 y $20 billones. Esta propuesta incluye alivios en IVA, retención en la fuente, renta e impuesto al consumo, y ha sido presentada como una alternativa más viable que la ley de financiamiento del Gobierno, al contar con mayor respaldo político.