Una de las decisiones más notables fue retirar la idea de gravar con IVA la cerveza, para no afectar el consumo de los hogares de menores ingresos. Sin embargo, se mantiene la intención de unificar y aumentar las tarifas para otros licores y productos de tabaco. En cuanto al impuesto al patrimonio, se aplicaría a partir de las 40.000 UVT con una tarifa máxima del 5%. La reforma también contempla mantener el impuesto del 19% a los juegos de suerte y azar en línea, con el que se espera recaudar $1,6 billones. Adicionalmente, se propone un aumento al 30% en las ganancias ocasionales por rifas y apuestas y la aplicación de un IVA del 19% a los vehículos híbridos. Estos ajustes reflejan un intento del Gobierno por equilibrar la necesidad de recaudo con la viabilidad política del proyecto.