Según análisis, las cuentas del Ejecutivo son insostenibles y están llevando a Colombia al segundo peor déficit fiscal de su historia, solo superado por el registrado durante la pandemia de COVID-19. La situación se agrava por una baja ejecución presupuestaria en áreas clave como la inversión social, lo que limita el impacto de programas gubernamentales. Expertos y centros de pensamiento como Fedesarrollo han advertido que, independientemente de quién gane las próximas elecciones, una de las primeras tareas del nuevo gobierno será presentar un proyecto de alza de impuestos para estabilizar la "desastrosa herencia fiscal de Petro". La crisis fiscal no solo limita la capacidad de inversión del Estado, sino que también ha sido exacerbada por lo que algunos analistas denominan "cuentas alegres" y "maromas" contables de la DIAN para inflar las cifras de recaudo, como el aumento de las retenciones en la fuente, lo que genera una distorsión temporal de los ingresos reales del Estado.