Para evitar contratiempos, la entidad ha enfatizado la importancia de revisar cuidadosamente la información antes de presentarla. Entre los errores más comunes que la DIAN identifica se encuentran la omisión de ingresos, la inclusión de deducciones o beneficios tributarios improcedentes, las inconsistencias patrimoniales que reflejan un incremento no justificado, fallas aritméticas en los cálculos y la presentación extemporánea del documento. No cumplir con esta responsabilidad tributaria conlleva una sanción mínima de $498.000, la cual puede aumentar considerablemente dependiendo del impuesto a cargo y el tiempo de retraso. Por ello, la recomendación es verificar la obligación a través del portal de la DIAN, preparar la declaración con antelación y presentarla dentro de las fechas establecidas.