Gracias a la interoperabilidad de sus sistemas, la DIAN puede ahora validar automáticamente cada factura electrónica transmitida contra sus bases de datos, detectando omisiones, errores de reporte o posibles prácticas de evasión sin necesidad de visitas físicas. Según Alejandro Silva, gerente general de Sovos Saphety, “estamos frente a un cambio histórico: la DIAN tiene hoy la capacidad tecnológica de sancionar a las empresas en segundos”. Este nuevo paradigma obliga a las compañías a transformar su gestión tributaria, enfocándose en la prevención de errores desde el origen en lugar de la corrección posterior. El riesgo es particularmente alto para las pymes y pequeños comercios, que pueden carecer de la infraestructura tecnológica o la capacitación necesaria para cumplir con los exigentes requisitos. Una sanción inmediata puede ir desde la suspensión de la facturación hasta el cierre temporal del negocio, afectando directamente la liquidez y la continuidad operativa.
El cumplimiento tributario deja de ser un requisito administrativo periódico para convertirse en una condición de supervivencia en el mercado, evaluada en cada transacción.