Finalmente, se consolidó una propuesta intermedia que logró el consenso necesario.

La aprobación de este monto ajustado fue un paso crucial, pues el Gobierno había vinculado la cifra original de $556,9 billones a la aprobación de una reforma tributaria de $26,3 billones. Al reducirse la necesidad de financiación, el Ejecutivo se vio en la obligación de replantear su propuesta fiscal, eliminando algunos de los puntos más controvertidos. Tras este trámite, el proyecto de presupuesto pasará a segundo debate en las plenarias de la Cámara de Representantes y el Senado, donde se buscará su aprobación definitiva antes del 20 de octubre.