Las comisiones económicas del Congreso de la República aprobaron en primer debate el Presupuesto General de la Nación (PGN) para 2026 por un monto de $546,9 billones. Esta cifra representa una reducción de $10 billones frente a la propuesta inicial del Gobierno, un ajuste que fue producto de un consenso y que modifica directamente el alcance de la ley de financiamiento o reforma tributaria. El acuerdo fue calificado por el ministro de Hacienda, Germán Ávila, como un “momento dulce de la relación entre el Congreso de la República y el Gobierno nacional”, ya que evitó que el presupuesto tuviera que ser expedido por decreto. La negociación fue intensa, con la radicación de tres ponencias distintas que reflejaban las divisiones políticas sobre el nivel de gasto y la necesidad de nuevos impuestos.
Finalmente, se consolidó una propuesta intermedia que logró el consenso necesario.
La aprobación de este monto ajustado fue un paso crucial, pues el Gobierno había vinculado la cifra original de $556,9 billones a la aprobación de una reforma tributaria de $26,3 billones. Al reducirse la necesidad de financiación, el Ejecutivo se vio en la obligación de replantear su propuesta fiscal, eliminando algunos de los puntos más controvertidos. Tras este trámite, el proyecto de presupuesto pasará a segundo debate en las plenarias de la Cámara de Representantes y el Senado, donde se buscará su aprobación definitiva antes del 20 de octubre.
En resumenEl Presupuesto General de la Nación para 2026 fue aprobado en primer debate por $547 billones, $10 billones menos de lo solicitado por el Gobierno. Este acuerdo político no solo aseguró el trámite legislativo del presupuesto, sino que también forzó una reducción en la ambición de la reforma tributaria asociada.