La reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro enfrenta un panorama de fuerte resistencia tanto en el ámbito político como en el académico. Figuras de la oposición y de partidos independientes, junto a centros de pensamiento económico, han manifestado serias preocupaciones sobre la conveniencia y el impacto de las medidas fiscales propuestas. Una de las voces más críticas ha sido la de la representante Katherine Miranda, del Partido Verde, quien como coordinadora ponente de la iniciativa, prometió hundirla. Miranda argumentó que la reforma, especialmente por el ahora retirado IVA a los combustibles, “encarecerá la canasta familiar” y afectará a los hogares vulnerables y a la clase media.
Este posicionamiento generó un duro enfrentamiento público con el presidente Petro, quien la acusó de actuar por “ignorancia económica y odio político” y de causarle un “inmenso mal a Colombia”.
Por otro lado, desde el Centro Democrático, los precandidatos presidenciales y el expresidente Álvaro Uribe también han criticado la política fiscal del Gobierno. Uribe afirmó que “Colombia vive una tormenta perfecta agravada” con un alto déficit fiscal y una caída en la inversión, y calificó el discurso gubernamental como “antiempresa”. En el ámbito técnico, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) advirtió que la reforma tributaria “no es la solución para los problemas fiscales que enfrenta el país”, argumentando que muchas de las propuestas son inconvenientes porque desincentivan el ahorro y la inversión. Este frente unificado de críticas políticas y técnicas representa un obstáculo significativo para la aprobación de la ley de financiamiento en el Congreso.
En resumenLa reforma tributaria del Gobierno Petro enfrenta una fuerte oposición de diversos frentes, incluyendo a la representante Katherine Miranda, el Centro Democrático y la ANIF. Los críticos argumentan que las medidas propuestas son perjudiciales para la economía, la inversión y el poder adquisitivo de los colombianos.