El expresidente Álvaro Uribe describió la situación como una "tormenta perfecta agravada", con un déficit fiscal cercano al 7% y una deuda del 70%. Las cifras respaldan esta preocupación: mientras el presupuesto total propuesto para 2026 crece un 5,9% frente a 2025, los gastos de funcionamiento han aumentado un 74,1% desde 2022, en contraste con un aumento del 27,6% en la inversión durante el mismo período.

De los 556,9 billones, 365,8 billones se destinarían a funcionamiento y solo 88,5 billones a inversión.

Este desbalance ha sido un punto central en el foro de precandidatos del Centro Democrático. Miguel Uribe Londoño propuso un plan de austeridad para recortar 20 billones de pesos, principalmente en "los gastos de personal" y "gastos de funcionamiento que han subido 63% en estos cuatro años". Los precandidatos coincidieron en la necesidad de reducir el tamaño del Estado, proponiendo pasar de 19 a 12 ministerios. La crítica también apunta al aumento de la nómina estatal y los contratos por prestación de servicios (OPS), que según Mauricio Cárdenas, han llegado a 20 billones de pesos. Este panorama de alto gasto, sumado a un recaudo que no cumple las expectativas, alimenta el argumento de que el país necesita una política de austeridad antes que una nueva reforma tributaria.