Estas medidas, que combinan beneficios nacionales y locales, están generando un creciente interés tanto en ciudadanos como en empresas. A nivel nacional, la DIAN ha aclarado que las personas naturales que adquieran vehículos eléctricos o híbridos para uso personal pueden acceder a beneficios como una tarifa preferencial de IVA del 5% (en lugar del 19%), la exención del impuesto al consumo para vehículos puramente eléctricos y una deducción especial en el impuesto sobre la renta. Un requisito clave para acceder a estos beneficios es que el vehículo o proyecto cuente con la certificación de la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME). El interés en estas medidas es evidente: la UPME ha visto triplicarse el número de solicitudes de certificación en los últimos tres años, pasando de 2.864 en 2023 a 4.288 en lo que va de 2025.

A estos incentivos se suman los beneficios locales.

En Bogotá, por ejemplo, los vehículos eléctricos particulares nuevos gozan de un 60% de descuento en el impuesto vehicular durante cinco años, mientras que los taxis eléctricos alcanzan un 70% de descuento y los híbridos un 40%. Este conjunto de estímulos fiscales está reduciendo tanto el costo inicial de adquisición como los gastos de operación, lo que ha contribuido a un aumento del 204% en la matrícula de vehículos eléctricos en el primer semestre de 2025 en comparación con el mismo período del año anterior.