Este bajo nivel de ingresos contrasta con un aumento significativo del gasto público. Un análisis crítico señala que el presupuesto ha crecido un 58,7 % desde 2023, pero este incremento se ha concentrado en gastos de funcionamiento (74,1 %) más que en inversión (27,6 %). El recaudo, por su parte, mostró una caída en 2024, atribuida a la desaceleración económica y el impacto de reformas anteriores. Esta brecha entre ingresos y gastos ha llevado a un déficit proyectado del 7,1 % para el año en curso y es la razón principal detrás de la propuesta de una nueva reforma tributaria para recaudar $26 billones adicionales, una medida que, según críticos, busca financiar un mayor gasto en lugar de promover la austeridad.