El país está utilizando activamente su política fiscal para acelerar la transición hacia una economía más sostenible, ofreciendo un paquete de incentivos tributarios para la adopción de vehículos eléctricos e híbridos y el desarrollo de proyectos de energías no convencionales. Estas medidas buscan tanto reducir el costo de adquisición de tecnologías limpias para los ciudadanos como atraer inversión en el sector energético. En el ámbito de la movilidad, los compradores de vehículos eléctricos e híbridos pueden acceder a importantes beneficios. A nivel nacional, estos vehículos gozan de una tarifa preferencial de IVA del 5 % en lugar del 19 % general, y los eléctricos están exentos del impuesto al consumo.
Recientemente, la DIAN aclaró que estos beneficios también aplican a personas naturales, siempre que el vehículo cuente con la certificación de la Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME).
A nivel local, ciudades como Bogotá ofrecen descuentos adicionales de hasta el 60 % en el impuesto vehicular para eléctricos y 40 % para híbridos durante los primeros cinco años. Paralelamente, el Gobierno ha visto un aumento exponencial en el interés por los incentivos para proyectos de Fuentes No Convencionales de Energía (FNCE) y Gestión Eficiente de la Energía (GEE). El número de solicitudes se ha triplicado bajo la administración actual, lo que llevó a la UPME a expedir una nueva resolución para unificar el procedimiento. Los beneficios para estos proyectos incluyen una deducción del 50 % de la inversión en el impuesto de renta por hasta 15 años, exclusión de IVA, exención de aranceles y depreciación acelerada de activos.
En resumenColombia promueve la sostenibilidad a través de una robusta política de incentivos fiscales, que incluye reducciones de IVA e impuestos vehiculares para autos eléctricos e híbridos, así como deducciones de renta y exenciones para proyectos de energía limpia, estimulando la inversión y la adopción de tecnologías verdes.