El proyecto inicial del Distrito buscaba un recaudo adicional de $1,26 billones a través de ajustes en el Impuesto de Industria y Comercio (ICA), cambios en el impuesto predial y la creación de un nuevo tributo de alumbrado público. Sin embargo, la iniciativa generó reparos en el cabildo. El concejal Julián Espinosa solicitó formalmente al alcalde aplazar la radicación del proyecto hasta que se conozcan los impactos de la reforma del presidente Petro. Espinosa advirtió sobre el riesgo de un "doble golpe" para los ciudadanos, donde la combinación del IVA nacional con el ICA distrital podría afectar gravemente a familias y comerciantes. "Si por un lado la Nación aumenta el IVA a bienes de consumo cotidiano, como la gasolina (...) y por el otro el Distrito sube el ICA a actividades como peluquerías, lavanderías o la venta de motos, los bogotanos terminarán pagando doble tributación", afirmó el concejal. Ante este panorama, el alcalde Galán confirmó que el proyecto no avanzará en esta etapa y que se abrirá un proceso de diálogo con diferentes sectores para construir consensos antes de volver a presentarlo.
La medida busca evitar una doble carga tributaria y actuar con responsabilidad fiscal, midiendo primero los efectos de la reforma nacional en la economía de la capital.