El Gobierno Nacional radicó en el Congreso una ley de financiamiento que busca recaudar $26,3 billones para cubrir el déficit del Presupuesto General de la Nación de 2026. La iniciativa ha desatado un intenso debate y una fuerte oposición de gremios, centros de pensamiento y sectores políticos por su potencial impacto en la inflación, la inversión y el bolsillo de los colombianos. El proyecto contempla medidas como la imposición de un IVA del 19% a la gasolina, el diésel y las bebidas alcohólicas, así como un aumento en los impuestos a la renta para personas con ingresos superiores a $10,2 millones mensuales y una reducción de la base exenta del impuesto al patrimonio de 72.000 a 40.000 UVT. El centro de estudios económicos ANIF advirtió que la reforma “desincentiva el ahorro y la inversión” y que una estrategia fiscal responsable debería partir de una reducción del gasto público. De manera similar, gremios como Fenalco Huila rechazaron la propuesta, argumentando que afectará gravemente a las familias y al comercio formal.
El debate ha escalado al plano político, con un duro enfrentamiento entre el presidente Gustavo Petro y la representante Katherine Miranda, quien aseguró que hará “todo lo posible para volver a negar la reforma tributaria”.
Petro respondió acusándola de causar “un inmenso mal a Colombia” por “ignorancia económica y odio político”.
Por su parte, el exdirector de la DIAN, Luis Carlos Reyes, criticó que la medida sobrecarga a quienes ya cumplen sus obligaciones en lugar de combatir la evasión de grandes capitales. Los análisis advierten que, de no aprobarse la reforma, el Gobierno se vería forzado a realizar recortes de hasta $26 billones, afectando subsidios y proyectos de inversión clave.
En resumenLa reforma tributaria es una pieza central para la sostenibilidad fiscal del Gobierno, pero enfrenta una oposición generalizada que la considera inflacionaria y perjudicial para la economía. Su trámite en el Congreso definirá el rumbo de las finanzas públicas, en un dilema entre aumentar la carga impositiva o ejecutar recortes significativos en el gasto.