Un ejemplo claro es el del municipio de Rionegro, donde el Concejo Municipal aprobó por unanimidad una iniciativa del alcalde Jorge Rivas que ofrece una reducción de hasta el 80 % en los intereses de mora para impuestos clave como el Predial Unificado y el de Industria y Comercio. La medida, vigente entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre de 2025, también contempla una reducción del 50 % en sanciones aplicables a contribuyentes de Industria y Comercio. El alcalde Rivas justificó la medida afirmando que "el contexto económico actual ha golpeado el bolsillo de nuestros ciudadanos.
Por eso, este alivio tributario representa un respiro".
Por otro lado, en Bogotá se aplican incentivos fiscales con un propósito diferente: promover la movilidad sostenible.
La capital ofrece descuentos significativos en el impuesto vehicular para vehículos amigables con el medio ambiente, otorgando una rebaja del 60 % para carros eléctricos nuevos y del 40 % para híbridos eléctricos durante los primeros cinco años. Estas dos aproximaciones, una enfocada en el alivio financiero y la otra en el incentivo conductual, ilustran cómo las herramientas tributarias locales se adaptan a las necesidades y objetivos específicos de cada territorio.