Camilo Ospina Guzmán, presidente de Asobares, manifestó su preocupación por el “incremento desproporcionado” de estos gravámenes. Por su parte, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, calificó la medida como un “despropósito” que “limita el acceso de los ciudadanos a la cultura y pone en riesgo la sostenibilidad del sector de espectáculos públicos”. Los gremios argumentan que estos impuestos no solo encarecerán los productos y servicios, sino que también podrían fomentar el contrabando y la informalidad, lo que a su vez reduciría el recaudo de impuestos departamentales como el impuesto al consumo, que financia la salud y el deporte en las regiones. Además, señalan que esto representa un retroceso frente a la Ley de Espectáculos Públicos, que ha fortalecido la infraestructura cultural del país.