El Gobierno Nacional radicó en el Congreso de la República un proyecto de ley de financiamiento, comúnmente denominado reforma tributaria, con el que busca recaudar $26,3 billones adicionales para el año 2026. Esta iniciativa es fundamental para cubrir el Presupuesto General de la Nación (PGN) propuesto para esa vigencia, que asciende a $556,9 billones. La propuesta surge en un contexto de dificultades fiscales, exacerbadas por un déficit en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) y crecientes gastos de funcionamiento. Según el ministro de Hacienda, Germán Ávila, la reforma es indispensable para garantizar la estabilidad fiscal no solo en 2026 sino también en 2027, y para financiar programas sociales y de inversión.
El presidente Gustavo Petro ha advertido que, de no aprobarse, el país tendría que recurrir a un mayor endeudamiento. Esta es la tercera reforma tributaria presentada durante el actual mandato, y se tramita en el último año legislativo, lo que tradicionalmente complica su aprobación. El proyecto incluye modificaciones en impuestos clave como el IVA, la renta para personas naturales, el impuesto al patrimonio y gravámenes al consumo de diversos bienes y servicios. La discusión de esta ley se ha planteado como un debate paralelo e inseparable del PGN, ya que sin los ingresos adicionales que esta generaría, el presupuesto quedaría desfinanciado, obligando a un recorte significativo del gasto o, como ocurrió el año anterior, a que el Ejecutivo lo expida por decreto asumiendo un congelamiento de partidas.
En resumenEl Gobierno impulsa una ambiciosa reforma tributaria de $26,3 billones como pilar para financiar el presupuesto de 2026 y asegurar la sostenibilidad fiscal, vinculando directamente la aprobación del PGN a la de estos nuevos ingresos.