Sin embargo, la propuesta enfrenta una fuerte resistencia del sector religioso.

Pastores y representantes argumentan que estas actividades no buscan un “lucro personal”, sino financiar obras sociales y de construcción de tejido social que a menudo suplen la ausencia del Estado. Diana Lucía Murcia Toro, directora de Asuntos Religiosos de Neiva, señaló que el objetivo “no es el enriquecimiento, sino la construcción de tejido social”. Por otro lado, centros de pensamiento como Dejusticia han defendido la medida, argumentando que las exenciones actuales vulneran el principio de Estado laico y favorecen a religiones institucionalizadas, ignorando que algunas iglesias han amasado grandes fortunas.