Las medidas incluyen un IVA gradual a los combustibles, el incremento del gravamen a vehículos híbridos y mayores impuestos a licores y eventos culturales, lo que ha encendido las alarmas por sus posibles efectos inflacionarios.
Uno de los puntos más controvertidos es la propuesta de gravar los combustibles con una tarifa de IVA que llegaría al 19% de forma gradual. Gremios como el Comité de Ganaderos del Huila y la Cámara de Comercio de Montería advierten que esto encarecerá los fletes y, por consiguiente, los alimentos y bienes básicos. El propio Ministerio de Hacienda reconoce que la reforma podría aportar hasta 0,44 puntos porcentuales a la inflación en 2026. Otro cambio significativo es el aumento del IVA a los vehículos híbridos del 5% al 19%, una medida que Aconauto califica como una “falta de coherencia” con los objetivos de transición energética, pues desincentiva la modernización del parque automotor. El sector de licores también se vería afectado, con un posible incremento del IVA del 5% al 19% para rones y aguardientes, lo que podría elevar el precio de una botella hasta en un 62%. Adicionalmente, se plantea un impuesto al consumo del 19% para eventos culturales y deportivos con boletería superior a cierto valor, y la eliminación de la exención de IVA para turistas extranjeros, lo que según analistas regionales, restaría competitividad a destinos como el Huila. Fenalco ha calificado estas medidas como un “retroceso grave para sectores estratégicos” que afectará a familias y al comercio formal.