Según Reyes, "una persona con ese ingreso está bien posicionada en términos salariales en un país tan pobre como Colombia, pero no es una persona que esté llevando su plata a paraísos fiscales.

Entonces se le está subiendo la tributación a quienes siempre han cumplido".

Asimismo, señaló que el impuesto al patrimonio, tal como está diseñado, afecta más a ejecutivos y profesionales con bienes inmuebles costosos que a los dueños de grandes conglomerados, quienes utilizan estrategias fiscales para reducir el valor fiscal de sus activos. La crítica central es que, si bien las medidas buscan reducir la inequidad, no abordan el problema de fondo: la evasión de los grandes capitales, que según cálculos de la DIAN le cuesta al país cerca de $136 billones anuales.