La reforma tributaria propone un significativo aumento del IVA para los vehículos híbridos, que pasaría del 5% al 19%, equiparándolo con los vehículos de combustión. Esta medida ha sido duramente criticada por gremios y analistas, quienes la consideran una contradicción con los objetivos de transición energética y sostenibilidad ambiental del propio Gobierno. La Asociación Colombiana de Concesionarios de Automotores (Aconauto) calificó la propuesta como “dañina para el país”, argumentando que desincentivará la renovación del parque automotor hacia tecnologías más limpias. Según el gremio, el aumento del IVA elevaría el precio de un carro de $100 millones a $113,3 millones, lo cual “ralentiza la renovación del parque que el país pide a gritos”.
Esta percepción es compartida por otros sectores que ven la medida como un retroceso.
El proyecto de ley elimina a los vehículos híbridos del listado de bienes con IVA del 5%, mientras que los vehículos eléctricos puros mantendrían este beneficio.
Para los críticos, esto castiga una tecnología intermedia que es clave para la transición en un país donde la infraestructura para vehículos 100% eléctricos aún es insuficiente. Columnistas y expertos han señalado la “falta de coherencia” del Gobierno, que por un lado promueve la transición energética y, por otro, penaliza fiscalmente una de las alternativas más accesibles para los consumidores. Se argumenta que, en lugar de ser un paso hacia una economía baja en carbono, la reforma parece enfocarse únicamente en el recaudo, sin considerar sus efectos en el comportamiento del mercado y los objetivos ambientales a largo plazo.
En resumenLa propuesta de incrementar el IVA a los vehículos híbridos del 5% al 19% ha sido ampliamente criticada por desincentivar la adopción de tecnologías más limpias, contradiciendo la narrativa de transición energética del Gobierno y afectando la renovación del parque automotor.