"Los boletos que cuestan $500.000 van a tener que empezar a costar $600.000", afirmó.
García también advirtió que esto podría llevar a su empresa a dejar de realizar algunos eventos y enfocarse solo en apuestas seguras, afectando la diversidad de la oferta cultural. El ministro de Hacienda, Germán Ávila, ha aclarado que el impuesto solo aplicaría a "negocios artísticos de grandes cifras", pero la industria sostiene que el público de estos eventos es mayoritariamente de clase media, no solo de clase alta.