El ministro Ávila afirmó que “si el presupuesto sale aprobado como está planteado por 556,9 billones de pesos y no está la ley de financiamiento será necesario hacer un ajuste al presupuesto en esta proporción”. Por su parte, el presidente Gustavo Petro ha planteado un escenario aún más directo para la ciudadanía, advirtiendo que la única alternativa para cubrir el déficit fiscal sería un aumento en el precio de la gasolina. “Si el Congreso hunde la reforma que pone impuestos a los riquísimimos, no quedará más recurso que la gasolina para devolver el subsidio por 70 billones que es la verdadera causa del déficit”, sentenció el mandatario. Esta disyuntiva ha sido interpretada por algunos sectores, como la senadora Angélica Lozano, como una “estrategia política para decir: ‘no me dejaron, el Congreso lo negó’, como argumento de campaña del Pacto Histórico”. La fuerte oposición, que incluye a exministros de Hacienda de diferentes gobiernos, anticipa que el articulado no será aprobado, lo que obligaría al Gobierno a ejecutar su plan alternativo, con consecuencias directas para la economía y los ciudadanos.