La Asociación Colombiana de Concesionarios de Automotores (Aconauto) rechazó la medida, calificándola como “dañina para el país” y una muestra de “falta de coherencia” del Gobierno.
El gremio argumenta que encarecer estos vehículos desincentivará la renovación del parque automotor hacia tecnologías más limpias. “Es de economía básica saber que al aumentar los precios de los productos se reduce la demanda y, en el caso de los vehículos, se ralentiza la renovación del parque que el país pide a gritos”, afirmó Aconauto en un comunicado. Por otro lado, la propuesta también contempla un incremento del impuesto al consumo para las motocicletas con cilindraje superior a 200 c.c., que pasaría del 8 % al 19 %.
Esto afectaría directamente el precio de modelos populares que son utilizados por muchos colombianos como herramienta de trabajo y principal medio de transporte. Por ejemplo, una motocicleta con un precio de 15,7 millones de pesos vería su valor final incrementado en más de tres millones, alcanzando los 18,8 millones. Los críticos señalan que estas medidas castigan a un amplio sector de la población y frenan la adopción de tecnologías que, aunque no son cero emisiones, representan un avance frente a los vehículos de combustión tradicionales.