El umbral a partir del cual se debe pagar se reduce de 72.000 UVT (aproximadamente 3.600 millones de pesos) a 40.000 UVT (cerca de 2.000 millones de pesos).
Con esto, el Gobierno estima que 105.332 nuevos contribuyentes entrarían a pagar este impuesto.
Además, se establecen nuevas tarifas marginales progresivas que van desde el 0,5% y pueden llegar hasta un 5% para patrimonios que superen los 2.000.000 de UVT (más de 100 mil millones de pesos). Analistas como el abogado Mauricio Marín Elizalde advierten que estas medidas podrían provocar una "fuga de capital, un congelamiento de inversiones y un clima de incertidumbre jurídica".
En cuanto a las ganancias ocasionales, la tarifa para ingresos provenientes de loterías, rifas y apuestas se incrementa del 20% al 30%. Adicionalmente, se ajusta la definición de ganancia ocasional por la venta de activos fijos, exigiendo que el bien haya estado en posesión del contribuyente por un mínimo de cuatro años, en lugar de los dos actuales, para ser considerado como tal. De lo contrario, la utilidad se tratará como renta líquida ordinaria, sujeta a tarifas más altas.