A estas voces se suman las de exministros de Hacienda.

José Manuel Restrepo la calificó como una “mala idea” que es “inoportuna, innecesaria e inviable”, sugiriendo que busca más un efecto político de victimización que un recaudo efectivo. José Antonio Ocampo, exministro del propio gobierno Petro, pidió al Congreso no aprobar “absolutamente nada” si la propuesta no va acompañada de un recorte de gastos y criticó la falta de acciones contundentes contra la evasión. Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, señaló que la reforma parece “diseñada para que no se apruebe” por su ambición en un contexto preelectoral.