Según expertos, esto implicaría que trabajadores con salarios desde $8,7 millones mensuales comiencen a pagar más. Uno de los cambios más sensibles es la eliminación de la deducción por dependientes, un beneficio que actualmente favorecía a trabajadores con cargas familiares. El exdirector de la DIAN, Lisandro Junco, advirtió que esta medida, sumada a las nuevas tarifas, podría llevar a que una persona que gana $6.6 millones termine entregando cerca de $2 millones en impuestos. En cuanto al impuesto al patrimonio, el proyecto propone reducir el umbral de entrada de 72.000 UVT (unos $3.585 millones) a 40.000 UVT (unos $1.992 millones), lo que sumaría a 105.332 nuevos contribuyentes.
Además, establece tarifas progresivas que llegan hasta un 5% para los patrimonios más altos.
Analistas como Mauricio Marín Elizalde advierten que estas medidas podrían provocar una "fuga de capital, un congelamiento de inversiones y un clima de incertidumbre jurídica sin precedentes".