El sector del entretenimiento y la cultura enfrenta un nuevo panorama fiscal con la propuesta de reforma tributaria, que contempla un impuesto al consumo del 19% para las boletas de conciertos y eventos deportivos que superen los $500.000 pesos. Empresarios del sector advierten que la medida podría reducir la oferta de espectáculos en el país, mientras que el Gobierno defiende que solo afecta a eventos de alto costo. La iniciativa busca gravar los servicios de esparcimiento, culturales y deportivos cuyo valor de entrada exceda las 10 UVT (aproximadamente $497.990 en 2025). El ministro de Hacienda, Germán Ávila, aclaró que la medida no afectará actividades como el cine o la mayoría de eventos culturales, sino que se enfoca en "negocios artísticos de grandes cifras". Sin embargo, Gabriel García, CEO de Páramo Presenta, una de las principales promotoras de conciertos del país, expresó su preocupación, afirmando que el sobrecosto deberá ser trasladado al público. "Los boletos que cuestan $500.000 van a tener que empezar a costar $600.000", señaló, y advirtió que esto podría llevar a "dejar de hacer algunos eventos y enfocarse más en los que uno sabe que son apuestas más seguras".
Además, el proyecto contempla impuestos para plataformas digitales extranjeras como Netflix y Spotify.
Según un análisis de la firma Crowe Co, esto se traduciría en un aumento en el costo de las suscripciones para los usuarios finales. El Gobierno justifica estas medidas argumentando que quienes participan en eventos de alto valor económico deben contribuir de manera proporcional, y estima recaudar $110.000 millones en 2026 solo por el gravamen a las boletas de alto costo.
En resumenLa reforma tributaria propone nuevos impuestos para el sector del entretenimiento, gravando boletas de alto costo para conciertos y eventos deportivos. Mientras el Gobierno lo presenta como un tributo a consumos de lujo, líderes de la industria advierten que podría encarecer el acceso a la cultura y reducir la oferta de espectáculos en Colombia.