Como contrapeso a los mayores impuestos sobre los combustibles fósiles, la reforma tributaria propone un paquete de incentivos para acelerar la transición energética en Colombia. La iniciativa busca estimular la inversión privada en energías renovables y eficiencia energética a través de bonos fiscales, exenciones de IVA y depreciación acelerada, actualizando y flexibilizando los beneficios de la Ley 1715 de 2014. El eje central de la propuesta es la creación de los Bonos de Transición Energética (BTE), un instrumento que permitirá a los inversores en proyectos de Fuentes No Convencionales de Energía (FNCE) deducir hasta el 50% del valor de la inversión en su declaración de renta. Una novedad clave es que estos bonos serán transferibles, lo que significa que pueden ser vendidos en el mercado a otros contribuyentes, generando liquidez inmediata para los proyectos.
Además, tendrán una vigencia de hasta 15 años para su redención, ofreciendo mayor flexibilidad en la planificación fiscal. Esta medida mejora significativamente el esquema anterior, que limitaba la deducción a cinco años y dependía de que la empresa tuviera utilidades suficientes. La reforma también ratifica la exención de IVA y aranceles para la importación de equipos solares, eólicos y de eficiencia energética, y mantiene la depreciación acelerada de activos.
Estos beneficios se aplicarán también a proyectos que ya habían iniciado inversiones pero que aún no están en operación, buscando reactivar iniciativas que se frenaron por falta de financiación.
En resumenLa reforma tributaria incluye un robusto paquete de incentivos para la energía verde, destacando los nuevos Bonos de Transición Energética, que son transferibles y más flexibles. Estas medidas, junto con exenciones de IVA y otros beneficios, buscan reducir las barreras de inversión y acelerar la adopción de tecnologías limpias en el país.