Según el mandatario, los nuevos gravámenes se concentran en dividendos, herencias, fusiones empresariales y sectores contaminantes.

El ministro del Interior con funciones presidenciales, Armando Benedetti, reforzó esta narrativa al calificar de “cínicos y mentirosos los que dicen que con la reforma tributaria vamos a gravar a la clase media”. Benedetti aseguró que los recursos recaudados se destinarán a financiar programas sociales en educación y salud, un argumento reiterado por el presidente, quien sostuvo que “los impuestos son para elevar sustancialmente el gasto en educación y salud de la gente más pobre de Colombia”. Además, Petro lanzó una advertencia al Congreso, afirmando que si se hunde la reforma, “meterán a Colombia en un abismo” y la única alternativa para cubrir el déficit fiscal de 70 billones de pesos, que atribuye al gobierno anterior, sería aumentar el precio de la gasolina, afectando a toda la población. Esta defensa busca posicionar la reforma como una elección entre gravar a los “riquísimos” o afectar el bolsillo de todos los ciudadanos a través de los combustibles.