Una de las mayores críticas se centra en que el Presupuesto General de 2026, de 557 billones de pesos, está "inflado" y desfinanciado, ya que depende de los 26,3 billones que se esperan recaudar con la reforma. La senadora Angélica Lozano ha advertido que esta podría ser una estrategia del Ejecutivo para que el Congreso rechace el presupuesto y así poder aprobarlo por decreto, como ya ha ocurrido. Este complejo panorama se agrava por el clima preelectoral de 2025, un año en el que, como señaló el presidente del Senado, Lidio García, una reforma tributaria "no es amable para los políticos y es bastante impopular".