Sin embargo, concejales como Julián Sastoque han advertido que el cambio podría perjudicar a sectores clave como peluquerías, veterinarias y cines, que verían un aumento en su tarifa. En cuanto al impuesto predial, la propuesta busca mayor progresividad: se estima una reducción para el 19 % de las viviendas, mientras que el 81 % mantendría el mismo valor.

Es crucial destacar que los estratos 1, 2 y 3 no tendrían alzas, y un 55 % de estos hogares incluso vería una disminución.

El punto más polémico es la creación del impuesto de alumbrado público. Este tributo recaería sobre los usuarios de energía de estratos 4, 5 y 6, con tarifas del 7 %, 8 % y 9 % sobre el valor del consumo, respectivamente, mientras que el sector comercial e industrial pagaría un 10 %. Aunque el Distrito argumenta que los recursos son necesarios para modernizar el sistema de iluminación y mejorar la seguridad, la medida es vista por críticos como "otro impuesto más" que afectará la competitividad y el bolsillo de la clase media.