Este año, las autoridades y expertos han intensificado las advertencias sobre errores comunes que pueden acarrear sanciones significativas.
Uno de los focos de atención es la “declaración sugerida”, un borrador prellenado que la DIAN ofrece como guía. Sin embargo, se ha detectado que muchos contribuyentes la presentan sin una revisión exhaustiva, lo que puede llevar a omisiones de patrimonio, ingresos o deducciones. La DIAN ha sido enfática en que la responsabilidad final sobre la veracidad de la información recae exclusivamente en el contribuyente. Presentar una declaración con inconsistencias aumenta el riesgo de fiscalización y sanciones, que pueden ser del 10% del mayor valor a pagar si la corrección es voluntaria, o hasta del 200% en casos graves de omisión de activos. Otro aspecto relevante es el tratamiento de productos financieros como los CDT, cuyos rendimientos deben declararse como ingresos de capital.
Además, se ha aclarado que las transferencias recurrentes entre cuentas bancarias propias y billeteras digitales como Nequi cuentan como consignaciones y pueden sumar para alcanzar los topes que obligan a declarar, que para 2024 se fijaron en $65.891.000 para ingresos, compras o consignaciones.