Los ciudadanos de Bogotá podrían enfrentar un doble impacto en sus finanzas debido a las reformas tributarias que se tramitan simultáneamente a nivel nacional y distrital. Mientras el gobierno de Gustavo Petro impulsa una reforma de alcance nacional, la administración del alcalde Carlos Fernando Galán prepara cambios en los impuestos locales que han generado preocupación. La senadora Angélica Lozano ha advertido sobre lo que considera una "bomba de tiempo para el bolsillo" de los bogotanos. La reforma tributaria distrital propuesta por Galán busca simplificar el Impuesto de Industria y Comercio (ICA), pero según Lozano, esto "golpeará especialmente a los sectores más vulnerables de la economía capitalina", como las peluquerías de barrio y otros pequeños comercios. Uno de los puntos más controvertidos es el aumento del impuesto a los expendios de alcohol, que pasaría del 11x1000 al 21x1000, afectando a bares y discotecas ya golpeados por restricciones de horario. En cuanto al impuesto predial, la reforma de Galán busca una mayor progresividad, beneficiando al 55% de las familias de estratos 1, 2 y 3 con una reducción en su tarifa.
Sin embargo, Lozano advierte que el estrato 4 será el más perjudicado al no contar con tarifas reducidas ni incentivos.
La propuesta de la Alcaldía pretende que solo el 0,1% de las viviendas de mayor valor vean un incremento en su predial, con el objetivo de impulsar la inversión y la equidad. La confluencia de estas dos reformas, una nacional y otra local, genera incertidumbre sobre la carga impositiva final que recaerá sobre los hogares y empresas de la capital.
En resumenLa tramitación simultánea de una reforma tributaria nacional y una distrital en Bogotá genera alarma por un posible doble aumento de impuestos. Mientras la reforma de Galán busca progresividad en el predial, también plantea alzas en el ICA que, sumadas a los nuevos gravámenes nacionales, podrían afectar gravemente la economía de los capitalinos.