Por otro lado, la reforma también contempla un aumento en la tarifa máxima del ICA, que pasaría de 14 por mil a 21 por mil.

El concejal Julián Espinosa, ponente del proyecto, ha alertado que esta alza afectará directamente a bares, restaurantes y negocios nocturnos. Espinosa criticó que el impuesto se aplicaría “sobre los ingresos brutos y no sobre la utilidad de los negocios”, lo que representa una carga excesiva para un sector que ya enfrenta regulaciones de horarios. Según el concejal, la propuesta no solo incrementa el ICA, sino que también introduce nuevos impuestos a actividades como el comercio de bebidas alcohólicas y cigarrillos, lo que agrava la presión sobre la economía nocturna de la ciudad.