La administración del alcalde Carlos Fernando Galán ha presentado propuestas de reforma tributaria para Bogotá que contemplan cambios significativos en el impuesto predial y el Impuesto de Industria y Comercio (ICA). Mientras que la modificación al predial busca mayor progresividad, el ajuste al ICA ha generado preocupación en el sector de la vida nocturna. La iniciativa sobre el impuesto predial tiene como objetivo reducir la carga para los hogares de menores ingresos. Según la propuesta, el 55% de las familias de estratos 1, 2 y 3 se verían beneficiadas con una disminución en su tarifa. La secretaria de Hacienda, Ana María Cadena, explicó que se busca una estructura tributaria “más progresiva”, donde los que menos tienen paguen menos, mientras que el 0,1% de las viviendas de mayor valor experimentarían un incremento. Se estima que este cambio podría generar un recaudo adicional de $113.000 millones.
Por otro lado, la reforma también contempla un aumento en la tarifa máxima del ICA, que pasaría de 14 por mil a 21 por mil.
El concejal Julián Espinosa, ponente del proyecto, ha alertado que esta alza afectará directamente a bares, restaurantes y negocios nocturnos. Espinosa criticó que el impuesto se aplicaría “sobre los ingresos brutos y no sobre la utilidad de los negocios”, lo que representa una carga excesiva para un sector que ya enfrenta regulaciones de horarios. Según el concejal, la propuesta no solo incrementa el ICA, sino que también introduce nuevos impuestos a actividades como el comercio de bebidas alcohólicas y cigarrillos, lo que agrava la presión sobre la economía nocturna de la ciudad.
En resumenLa reforma tributaria de Bogotá presenta una doble cara: por un lado, busca aliviar la carga del impuesto predial para los estratos bajos, promoviendo la equidad. Por otro, propone un aumento del ICA que podría afectar gravemente la viabilidad económica del sector de bares y discotecas, generando un debate sobre el equilibrio entre recaudo y el fomento de la actividad económica.