El ministro Ávila enfatizó que la reforma no es una medida coyuntural para un solo año, sino que busca establecer un "gran pacto fiscal" que brinde estabilidad financiera para los próximos cuatro años, abarcando incluso el siguiente gobierno.

La estructura de la reforma se centrará en revisar beneficios tributarios existentes, aumentar la progresividad y crear nuevas fuentes de ingreso sin afectar la canasta familiar, una instrucción directa del presidente Gustavo Petro. La necesidad de esta ley de financiamiento ha sido reconocida por diversas entidades, incluido el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, quien señaló que es un complemento necesario para cumplir con la regla fiscal y garantizar la estabilidad macroeconómica. Sin embargo, la iniciativa enfrenta un panorama político complejo, con críticas desde la oposición y sectores gremiales que advierten sobre un presupuesto "desfinanciado" y un aumento del gasto público que recaerá sobre los contribuyentes.