Sorprendentemente, llegó con un perro que, según él, era el mismo del video y había sobrevivido. Un análisis forense veterinario de la Universidad Remington confirmó la identidad del canino, que fue diagnosticado con un daño neurocognitivo severo y múltiples politraumas, pero se encuentra fuera de peligro.

Los veterinarios le cambiaron el nombre de "Sicario" a "Bizcocho". A pesar de haberse entregado y aceptado los cargos, Oviedo Sánchez fue dejado en libertad, ya que el delito se cometió en una jurisdicción diferente a la de su entrega y no fue capturado en flagrancia, lo que evidencia un posible vacío legal. La senadora Andrea Padilla, reconocida defensora de los animales, cuestionó la versión del agresor y exigió a la Fiscalía una investigación exhaustiva. De ser hallado culpable de lesiones graves, el hombre podría enfrentar una pena de hasta 73 meses y medio de prisión, según la Ley Ángel (Ley 1774 de 2016).