El menor cayó al vacío mientras su padre se había ausentado momentáneamente para comprar un perro caliente.
El insólito suceso ocurrió la noche del 4 de noviembre de 2025 en un conjunto residencial del barrio La Libertad. Según el reporte de las autoridades, el padre dejó al niño durmiendo para salir a comprar comida. Al despertar y no encontrar a su padre, el menor se asomó por una ventana, perdió el equilibrio y cayó.
De manera providencial, su caída fue amortiguada por un pequeño jardín ubicado en la base del edificio, lo que evitó una tragedia. El teniente coronel Luis Pardo, oficial de inspección de la Policía Metropolitana de Bogotá, declaró a Noticias Caracol que el jardín “amortiguó el impacto y probablemente salvó su vida”. A pesar de la altura de la caída, el niño fue trasladado a un centro asistencial donde se determinó que solo había sufrido lesiones leves en sus extremidades inferiores y se encontraba estable. Este evento, que combina un descuido parental con un desenlace casi milagroso, ha servido como un dramático recordatorio de los peligros a los que se exponen los menores sin supervisión, incluso por breves períodos. El detalle de que la ausencia del padre fuera para comprar un perro caliente añade un elemento cotidiano y a la vez bizarro a una situación que estuvo a punto de convertirse en una fatalidad.












