Tras consumir varios tragos, la joven se desmayó, vomitó y broncoaspiró, lo que le provocó un paro respiratorio de 17 minutos y, posteriormente, muerte cerebral.

Su familia decidió desconectarla días después.

El padre de la víctima ha denunciado una presunta negligencia por parte del establecimiento, afirmando que no recibió los primeros auxilios a tiempo. Además, ha sembrado dudas sobre la calidad del licor suministrado, basándose en un video donde su hija reacciona con extrañeza al sabor de una de las bebidas.

“Ella se desfigura la cara.

La cara le cambia automáticamente después de ese trago”, señaló, añadiendo que Medicina Legal está revisando si “hay un trago que no cumple”.

La discoteca, por su parte, ha enfrentado una fuerte reacción pública; su cuenta principal de Instagram fue desactivada por “inconvenientes técnicos” y abrieron un perfil de respaldo.

Asobares Cali ha pedido prudencia y ha reforzado el llamado al consumo responsable, mientras que la Secretaría de Salud del Valle calificó estos retos como “actividades absurdas”.

La Fiscalía ha abierto una investigación formal para esclarecer los hechos.